Para
mantenerme estos meses en Copenhague he estado trabajando como
asistente de limpieza en una casa. O, para usar una palabra más
tradicional, menos políticamente correcta y con otras connotaciones
de las que ya hablaré otro día, he estado trabajando como asistenta. Un par de mañanas que coincidí con Lis, la mujer
que me contrataba, la veía correr de un lado para otro con montones
de ropa limpia, sucia, planchada, sin planchar. Y entre montón y
montón me decía, con cara de angustia: “¡No tengas hijos
nunca!”. Ella tiene una niña de apenas dos años y un niño de
tres, que esparcen comida por el suelo del comedor como si en vez de
dos fueran doscientos. Por lo visto también usan ropa como si fueran
docientos. El caso es que viéndola a ella me ha dado por reflexionar
sobre el modelo de estado de bienestar escandinavo, en teoría uno de
los más perfectos del mundo y que ha situado a los países nórdicos
a la cabeza en lo que a igualdad se refiere. Por ejemplo, en este
artículo de La Vanguardia se afirma que “Escandinavia ha
reducido en un 80% las diferencias de oportunidades entre el hombre y
la mujer” y a continuación se explica cómo. Probablemente si Lis,
la misma que me decía en cuanto tenía la oportunidad eso de “¡No
tengas hijos nunca!” leyera este artículo, pondría esta cara:
Pensaba
hacer una reflexión muy erudita sobre este tema, cuando he leído el
comentario que qwerty24 deja en el artículo mencionado:
“yo
ahora mismo estoy de baja paternal (finlandia) y esto no tiene nada
que ver con la igualdad o paridad, esto se llama bienestar social (...) Pero de lo que estamos hablando es
de la paridad o igualdad de sexos, y si habra mas directivos mujeres,
mas papas con carritos lo que tu quieras, pero las mujeres aqui como
en Espanya curran en el trabajo y en casa. Es un hecho cultural de
esta sociedad que aun tiene que hablar de paridad, cuando una noticia
asi no exista en los periodicos entonces habra paridad, de momento lo
unico que puedo decir es que si aqui eso esta mejor pero no es pa
tanto.”
Pues
eso, que las mujeres, aquí como en España, curran en el trabajo y
en casa. Y como más facilidades, ayudas y oportunidades que aquí no
se pueden dar, el problema debe de ser otro. Por eso me atrevo a
sugerir que no se trata de ayudar ni de aupar a las mujeres para que
nos pongamos a la misma altura porque, ¿qué altura es esa? No lo
tengo claro, pero lo que sí tengo claro es que los cuidados son
innegociables: para que una sociedad salga adelante hay que cocinar,
limpiar, pasar tiempo con los hijos y atender a las dependientes,
entre otras cosas. Porque todas las personas necesitamos
alimentarnos, ir aseadas y dar y recibir cariño.
Pues
bien, resulta que el feminismo occidental tiene una larga tradición
de lucha por la liberación de las mujeres. Pero ¿que significa
exactamente liberarse? ¿de qué mujeres estamos hablando? Resulta
que para que una mujer se libere, otra tiene que ocupar su lugar, y
¿quién se ocupa de la casa y las hijas de esta otra mujer? Me
parece un tema tan complejo que yo no sabría definir cuál es el problema exactamente. Sin embargo creo que parte del rompecabezas
podría encontrarse en el libro de Dolors Comás D'Argemir, “Trabajo,
género y cultura. La construcción de desigualdades entre hombres y
mujeres”. Ésta es una breve reseña que escribí el año pasado:
La
lógica laboral del capitalismo no tiene en cuenta los costes de la reproducción de la
fuerza de trabajo, sino que los inscribe en los lazos de afecto y
moralidad del parentesco, especialmente en la institución familiar.
Además, el paro es un problema que está cuestionando el
ideal del pleno empleo, eje central de los proyectos y aspiraciones
de las sociedades capitalistas. Por ello, el ideal que considera el
empleo la única forma de trabajo debería ser cuestionado, ya que
una buena parte del trabajo necesario está realizándose fuera del
empleo, en la denominada economía informal. Así, es importante
preguntarse qué
es
trabajo: empleo es
trabajo remunerado en la economía formal; trabajo sumergido es
trabajo remunerado en la economía informal; trabajo doméstico es la
producción de bienes y servicios para su consumo en el hogar; y
voluntariado es trabajo no remunerado fuera del hogar. Al final, la
autora plantea la necesidad de que el trabajo del futuro considere
todas las formas de trabajo necesarias, ya que sólo una sociedad que
no se construya únicamente sobre la base del empleo hará posible
que las actividades no remuneradas confieran estatus y respeto. De
esta manera sería posible repartir todas las formas de trabajo entre
todas las personas, lo que equivaldría a compartir las
responsabilidades y crear, por tanto, relaciones sociales solidarias
como marco para el desarrollo integral de la autonomía individual.
Con este cambio en el trabajo cambiaría también el sistema de
relaciones de género, y no sólo ganarían las mujeres: ganaría el
conjunto de la sociedad.
Para
terminar, escribo aquí el sms que me mandó Lis un viernes por la
tarde cuando llegó a casa:
“Thank
you Blanca! It's SO NICE to come home to a clean house. Have a nice
weekend”
Me llegó al alma.
Hola estimada Blanca:
ResponderEliminarNo se si hablas de explotacion laboral en dinamarca, de tu situación personal, de un artículo de la vanguardia, de machismo o de feminismo machista, de igualdad de sexos o del carga de trabajo...Un abrazo amore.
Espero me lo aclares un poco.
Si no te gusta el trabajo y te consideras que otra mujer te esta explotando laboralemte..."DENUNCIALA" O DEJA EL TRABAJO AMORE...
Saludos Francisco Murillo
Querido Paco:
EliminarEn este post utilizo una anécdota personal (mi trabajo como asistenta) para hablar del trabajo y de su reparto. En concreto, me llamó la atención cómo en los países escandinavos, a pesar de que (supuestamente) el estado del bienestar trata de acabar con la desigualdad de género, las mujeres siguen siendo las principales responsables del llamado trabajo doméstico. Para ilustrar esto, pongo como ejemplo a Lis, mi empleadora. Me preocupa que se pueda entender que ella me explotaba: ELLA NO ME EXPLOTABA, era una chica encantadora que agradecía tanto mi ayuda que no le bastaba con pagarme, sino que cada vez que me veía me daba las gracias por hacer un buen trabajo.
Lo siento si el post no se entinde bien, quizá hablo de demasiadas cosas a la vez. Trataré de desglosar los diferentes temas que toco en diferentes posts.
Un saludo