sábado, 25 de febrero de 2012

You look like a lesbian

O algo así como que tienes pinta de lesbiana. Así es como una compañera de trabajo ha calificado a otra esta tarde; sin poder evitarlo, me he girado para mirar a la adjetivada y me he extrañado: justo hoy se había alisado el pelo, más refinado imposible (¿Será que la keratina alisadora es dulce y por eso lo llevan las bolleras?). Continuo mirando...a ver ... qué es lo que le hace pinta de lesbiana.... ¿los vaqueros? no... hoy día todas llevan vaqueros, eso ya lo hemos pasado..... y por arriba...ummm chaqueta azul normal y..... ahí está!! una camiseta GRIS!!! no era demasiado grande pero tampoco ajustada, ni de licra; aunque bien podría ser del bershka o de zara, era gris y holgada.



jueves, 9 de febrero de 2012

Juntos planeamos el futuro

Este es el título de una publicación de 200 páginas por la Secretaría de Salud de México cuyo objetivo es informar a los profesionales que trabajan con jóvenes.

Utilizan "el enfoque de género": "El enfoque de género identifica las diferencias (en el pensar, sentir, actuar) que existen entre hombres y mujeres. Reconoce las influencias de la cultura y cómo los prejuicios de género pueden afectar la salud de hombres y mujeres" (p11)

Así que la secretaría de salud va de moderna; con una portada colorida y unas referencias al "enfoque de género" (¡!), se lavan las manos y promueven una hipócrita igualdad higienista. En fin, no he podido parar de leer página tras página pero no voy a extenderme demasiado aquí... Sólo quiero dejar constancia de algunas de sus perlas: 

  1. En la pubertad, las diferencias de desarrollo entre el hombre y la mujer son las relacionadas con el cambio de voz masculina y su crecimiento muscular en comparación con la redondeación del cuerpo femenino. ADEMÁS, la mujer experimenta su primera MENSTRUACIÓN. El hombre, su primera EYACULACIÓN (qué pasa que las adolescentes no se masturban???????)
  2. Ejercicio: "Mi Hombre y Mi Mujer Ideal": Pida a los equipos de mujeres que diseñen con el material “un hombre ideal” y a los equipos de hombres que construyan “una mujer ideal”, a
    partir de los atributos físicos. (pobres de aquéllos que no sean heterosexuales o no entiendan de cuerpos "ideales")
  3. Hombres y mujeres tienen sistemas reproductivos muy diferentes, pero se necesita de ambos, trabajando en conjunto, para producir un hijo. Para que el embarazo se dé, el espermatozoide de un hombre y el huevo de una mujer deben encontrarse en el momento adecuado del ciclo menstrual en el cuerpo femenino. (a tomar por saco todas las tecnologías de reproducción, adopción, etc, y además resulta que ahora, las mujeres, TENEMOS HUEVOS!)
Me produce mucha tristeza. 


Panfleto Disponible en:

www.salud.gob.mx/unidades/cdi/documentos/DOCSAL7203.pdf



jueves, 2 de febrero de 2012

Se alquila habitación. Preferentemente chica.


En contra de lo que mucha gente cree, ser feminista no me hace odiar a los hombres. He aquí una anécdota que lo demuestra.

Mi casero y compañero de piso quería alquilar la habitación que hay al lado de la mía y que lleva vacía un par de meses. Me ofreció participar en el proceso de selección y durante tres días entrevistamos a unas 10 chicas y a 2 chicos. Cuando le pregunté el porqué de este desequilibrio me confesó que le habían escrito más chicas porque en el anuncio ponía “preferentemente chica”, y que además, de los emails que recibía, solía descartar los de los chicos. Nunca adivinaríais su respuesta cuando le pregunté porqué era reacio a alquilar la habitación a un chico: “Limpian menos”, me dijo. “Bueno, tú eres un chico y a mí me parece que limpias suficiente”, le dije, y se rió. Me dijo que lo decía por experiencia. Yo tengo que reconocer que experiencia viviendo con chicos no tengo mucha, ya que siempre he compartido piso con chicas. Siempre me ha ido bien (saludos a Isa y a las chicas de Pura); o casi siempre. Cuando vine a Copenhague, en esta misma casa vivían también dos chicas danesas, y yo, os voy a ser sincera, vivía con miedo. Vivía con miedo a dejarme una miga de pan en la encimera de la cocina y que apareciera la temida nota: “It would be really, really nice if you clean the table after yourself. Thanks”. Incluso cuando sabía con certeza que “yo no había sido” la nota me producía escalofríos. Cuántas veces soñé que la despedazaba y la quemaba, y cuántas veces me atormentó la pesadilla de la nota asesina, en la que ésta me perseguía por la casa con una escoba en la mano y me atizaba hasta que todo brillaba impoluto. La verdad es que nunca he sido una fanática de la limpieza, pero aunque la casa no brilla como los chorros del oro está razonablemente limpia y, desde que se fueron las dos danesas, la convivencia es relajada y pacífica.

El caso es que mantuvimos largos e infructuosos debates sobre las ventajas y desventajas de cada aspirante y, al final, cada uno hizo una lista de cinco. Él se sorprendió mucho al comprobar que en la mía estaban los dos únicos chicos porque, por algún motivo, pensaba que odio a los hombres. Y lo gracioso es que al final, para hacer nuestras elecciones, los dos estábamos usando el mismo estereotipo según el cual las chicas limpian más: pensando que ellos se tomarían de manera más relajada el tema de la limpieza les incluí entre mis favoritos. Bueno, por eso y porque me cayeron bien, claro.

Al final Line, una chica danesa, se muda en un par de semanas.

Os mantendré al tanto de sus hábitos de limpieza, pero os avanzo: es alérgica al polvo.