Existen dos corrientes que interpretan el papel de la mujer durante la etapa del Nacionalsocialismo de formas completamente opuestas:
- La primera, considera que el nazismo promovió la igualdad al considerar central el culto a la maternidad.
- La segunda, en cambio, entiende esto mismo como un Nazismo "Anti-Mujer", al reducirla al papel de Madre. (No olvidemos que nos encontramos en una época en la que el feminismo defensor del culto a la maternidad y la bondad del alma caritativa de la mujer estaba en auge).
Sin embargo, la realidad es mucho más compleja. Cómo abordarla a través de la historia es bastante peliagudo pero Gisela Bock aporta unas cuantas luces en su artículo "Igualdad y Diferencia en el racismo nacional socialista".
Según Bock, la variable principal fue el Racismo. Sólo las mujeres de raza superior eran y ocupaban posiciones diferentes a la de los arios. Mientras, tanto hombres como mujeres de razas inferiores, eran desgenerizados y tratados en igualdad (Monstruosa igualdad, como definió Hanna Arendt, filósofa judía y analista del Holocausto).
Pero, ¿significa esto que las víctimas fueron tratadas en base a una neutralidad de género? Y, ¿cuál fue la contribución de las mujeres en el Holocausto? ¿Estaba ésta basada en la diferenciación de sexo? Y sino, ¿fue comparable a la contribución de los hombres?
Sabemos que el primer paso predecesor del Holocausto fue la eugenesia, es decir la manipulación "clínica" de los cuerpos seleccionados. Las esterilizaciones practicadas a finales de los años 30 afectaron a 400.000 personas, mitad hombres, mitad mujeres (todos de raza inferior o arios no apropiados). ¿Indica esta cifra que fue genéricamente neutral? La respuesta, según el análisis de la autora es No y por varios motivos:
- En primer lugar, de las 5.000 personas fallecidas a causa, durante o después de la intervenión, el 90% fueron mujeres.
- Además, el tener hijos era un factor mucho más importante para la mujer que para el hombre.
- Por último, de los casos que fueron causados por diagnóstico psiquiátrico, 2/3 fueron mujeres, sometidas a controles mucho más incisivos, exigentes y ligados a su condición "femenina".
Durante los primeros años del genocidio, los médicos, enfermeras y trabajadoras sociales pasaron de esterilizar y practicar abortos selectivos a asesinar. De nuevo, teóricamente la raza inferior sería tratada en "igualdad de género". No obstante, en muchos casos las víctimas mujeres lo fueron por su condición de mujer (y no racial): morían con sus hijos nada más llegar al campo ya que no valían como fuerza laboral.
Os preguntaréis, ¿cómo una sociedad bombardeada de propaganda tradicionalista y conservadora de repente se había vuelto tan igualista que mataba a mujeres y niños sin contemplaciones? Bueno, de hecho, estos actos tuvieron que ser legitimados especialmente (Aún más que el exterminio de los judíos en general).
Goebbels, ministro de propaganda (el que acabó matándose junto a sus hijos y esposa), elaboró un discurso en el que advertía de que las mujeres judías eran igual de peligrosas que los hombres judíos, a pesar de su apariencia frágil y lastimosa.
Himmler, el sensiblero (que al ver el sufrimiento de sus hombres que tenían que disparar cara a cara, presionó para la puesta en funcionamiento del asesinato clínico), descubrió que los alemanes lo pasaban especialmente mal disparando a mujeres y niños. Así que llenó de fuerza a sus hombres llenándolos de una cierta "misoginia". Las mujeres judías, argumentó Himmler, por su condición de mujer y madre, son portadoras de futuros hombres adultos judíos.
Así, este artículo nos hace reflexionar de manera muy acertada sobre la dependencia del contexto para definir las nociones de igualdad y diferencia de género. En aquél momento, el contexto era el racismo: las mujeres de raza inferior pudieron recibir el mismo trato que los hombres inferiores; las mujeres de raza superior pudieron participar no como esposas si no como agentes al mismo nivel que los hombres perpetradores del racismo. Ni las mujeres victimas ni las mujeres agentes vivían en esferas separadas.
De este modo, esta "igualdad monstruosa" requiere ser explicada en términos de género (y no de neutralidad), pues lo esencial y lo que hizo único al Estado NacionalSocialista fue que no sólo ensalzó la Paternidad y Masculinidad, si no que fue un Estado Anti-Natalista.
Podemos concluir, para terminar, que la política de bienestar del nazismo, asentó las bases del moderno estado de bienestar al racismo y al sexismo, privilegiando al hombre sobre la mujer y al hombre de raza superior al de la raza inferior. Socialmente, sentóo la base no sólo estatal si no también social que ha llegado hasta nuestros días:
Igualdad es entendida como "lo mismo" y diferencia como "inferior", negando un espacio de pluralidad humana y el derecho a ser diferente.
Fuente: Gisela Bock, "Equality and Difference in National Socialist Racism", in Feminism and History, ed. Joan Wallach Scott (New York, 1996).