domingo, 20 de noviembre de 2011

Labores propias de nuestros sexos


El otro día nos quedamos sin Internet. Pero de verdad, no como en Enjuto Mojamuto con su famoso “y como se fue, vino”. No. Esta vez era una avería en el cableado. “Hasta dentro de dos o tres o días no podremos restablecer la conexión”, dijo el de la compañía de teléfonos. ¡¿Cómo?! ¡¿Dos o tres días?! Pero tras unos inevitables momentos de pánico decido sacarle el máximo provecho a la situación, o ¿qué pasa? ¿Que ya no sé hacer nada que no sea estar sentada delante de la pequeña pantalla del portátil? Que no se diga. Bajo a la calle, hago la compra y cuando vuelvo a casa, dispuesta a cocinar esa laboriosa receta que llevaba dos meses posponiendo por “falta de tiempo”, me encuentro a mi compañero de piso rodeado de herramientas y serrín, subido a una escalera y con medio cuerpo dentro del armario del salón. Al verme llegar me lo explica: “Como no hay Internet he decidido aprovechar para arreglar este armario, ¿puedes pasarme el destornillador?”

´:-S

4 comentarios:

  1. Me habeis impresionado los dos por trabajadores: yo me habría buscado un libro y un rincón cómodo :P. Supongo que lo ideal es que ambos hubierais tenido formación e incentivos para elegir una cosa u otra, y que fuera tan normal que nadie pudiera sacar conclusiones sobre si tú prefieres la costura o la electrónica. Poco a poco: Mi madre arregla enchufes por hobby y mi novio practica recetas nuevas por diversión.

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  3. Empleos propios de nuestro sexo (o masculino neutro, o suposición costumbrista, o costumbre machista... no sé...)
    Barullo en una reunión, varixs trabajadorxs interrogan a otra: "¿Qué tal el optometrista, la paciente está contenta con él?""Si mucho""¿Podemos mandar a mi paciente al optimetrista también?""Entonces deberíamos pedir más horas al optometrista""Bla, bla, el optometrista esto o lo otro"
    Jefa:"¿Y de dónde sale el optimetrista éste, quién es?"
    Trabajadora: "El optometrista es una mujer de una clínica externa que está mirando los problemas de enfoque, mareos...."
    Yo, pensando, "EL OPTOMETRISTA ES UNA MUJER"

    (Por cierto, fue la autora la que eliminó la entrada)

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  4. De todas maneras me quedo pensando...igual es que tú, Blanca, fuera de tu rol mujeriego le das poca importancia al armario. Sé de otros momentos en que te construiste una cama con tablas!

    Nosotras, al llegar al piso, antiguo y lleno de vecinos chechos, conseguimos arreglar el gas. Nuestro casero nos aplaudió (literalmente), pues cómo habíamos podido si ni ÉL sabía como hacerlo!!

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