lunes, 31 de octubre de 2011

Pelos

Para empezar esta entrada lo primero que he hecho ha sido escribir "pelos" en google, a ver si encontraba alguna definición curiosa. Probad, la primera página de búsqueda esta repleta de comentarios como: ¿es normal tener pelos en el pezón o en el trasero? ¿es bonito tener el pelo negro? pelos enquistados, depilaciones, pérdida de pelo, pelo roto, pelo encrespado, pelo liso o rizado.

Esto me recuerda a las agresiones a feministas en Sol que colgaron una pancarta sobre el anuncio del "pelo mediterráneo". Me recuerda también a agresores de rastas impecables y machos de pelo en pecho. 

Pero hablemos de mujeres. Secadores, planchas, pinzas, champús, mascarillas, cuchillas, máquinas arrancapelos, cera ardiente, tintes y bigudíes (ésta me hace mucha gracia). Gran maquinaria inventada por...¿la humanidad? Ay google, qué útil es, buscad: son todo hombres. Hombres inventando maquinaria para dominar la naturaleza. En este caso el indomable pelo. De las mujeres. 

Una charla que he tenido muy a menudo con otras explotadoras de pelos ha sido el reconocer la futilidad de estos actos. Sin embargo, somos seres sociales, y por no sufrir discriminación sigamos un poco el juego, ¡¡tenemos que vivir!! Ahora bien, me pregunto si todas esas horas invertidas en la estética de un determinado patrón, no serán más productivas  si nos dedicamos a otras cosas y dejamos a la naturaleza peluda en paz. Además, ¿qué hay más bello que la diversidad? (inluída la del vello). 

Pero bueno, todo esto ha empezado cuando trataba de contar una pequeña anécdota. Hace un tiempo, en un típico círculo de amigos viendo un concierto, me burlé de los pelos a lo zipi zape de mi pareja. Tremendo error, si hubiera sido otro, hubiera provocado risas. Recibí en cambio un duro reproche: ¿¿¿Ya estás intentando controlar y cortarle el pelo como tú quieras???

Qué cabreo me entró.... ¿por qué aún existen estos clichés? ¿por qué como "mujer que sale con" no tengo la misma libertad de bromas e ironías que los demás? ¿por qué todo cambio que conlleva el paso del tiempo de un hombre puede ser atribuído a la cruel manipulación de la mujer mala que lo acompaña??

 Por los pelos. Como escarpias, a lo zipi y zape y con canas. Liberación de los pelos presos ya!







6 comentarios:

  1. ¡Liberación ya! Mira que gastamos pensamientos, tiempo y dinero. En Copenhague, los recambios para la maniquinilla de afeitar (Venus, se llama, se merecería un post aparte, ¿no crees?) cuestan exactamente el doble. Es decir, si afeitarse las piernas era un lujo, ahora es un superlujo. ¡Y yo con estos pelos!

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  2. ¿Y vosotras os quejais? ... El otro día me depilé la espalda (Grande.. que la tengo...), con LASER .. DE NO se qué... REDIOOOSSSS... durante 40 minutos me estuvo matando!!!. Eso sí que es un sacrificio. :-)

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  3. Bueno, pues ya has dado el primer paso hacia la belleza eterna, ¡enohrabuena! :-p Ahora prueba a depilarte la espalda cada dos o tres semanas. Más adelante podrías hacerte unas ingles brasileñas, para estar guapo también en bikini ;-)

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  4. JAJAJAJA, QUÉ GRACIA!!ESTA CONVERSACIÓN "PELIAGUDA" LA TUVIMOS CUANDO VOLVISTÉIS DEL VIAJE ESTE VERANO TE ACUERDAS??DEBERIAMOS DERROCAR LA DICTADURA DEPILATORIA. A MI LA MAQUINILLA EN INVIERNO ME PONE OJITOS DESDE EL ARMARIO Y MIRA CON ENVIDIA A LA CUCHILLA, UN POCO DE HUMANIDAD PARA TOD@S POR FAVOR!!!

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  5. Me uno como seguidora a vuestro blog y, como estoy tan acostumbrada a comparar siempre lo que hacemos ahora con lo que hacían mis queridos amigos, los griegos antiguos,aseguro que ya hubieran querido la Venus de Gillette o incluso la técnica de la que se queja Fernando: se depilaban con una vela encendida, chamuscándose el vello corporal... o bien a base de pinzas (y de echarle horas). Se depilaban ellos y ellas, por igual... Resulta curioso que, siglos después, a los romanos les pareciera hermosa la joven con poblado entrecejo: si no tenías, te lo pintabas (echad un vistazillo a las pinturas de Al Fayún).

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  6. Es curioso, a mí hace unos meses me pasó algo parecido, pero a la inversa: Resulta que mi pareja decidió dejarse barba y le preguntó qué tal le quedaba a un amigo al que llevábamos tiempo sin ver. Éste se volvió hacia mí, como pidiendome indicaciones, y respondió. "No sé...eso no soy yo quien lo tiene que decidir". Así que parece ser que sí, que se considera que los pelos de "su" hombre siguen siendo un asunto peliagudo para la mujer. Y, sin embargo, el otro cliché (y aquí ya hablo sin experiencias) es que un hombre no se dará ni cuenta si "su" mujer se cambia el peinado, se vuelve morena o se pone una escafandra.

    Por cierto, me acabo de leer vuestro blog de un tirón. Me encanta, seguid así, por favor.

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